La violencia de género, aquella que sufren las mujeres por el hecho de
serlo, es una realidad a menudo invisible que sin embargo constituye
una de las manifestaciones de desigualdad histórica y estructural que
atraviesa las relaciones de poder entre mujeres y hombres.
En Colombia, a pesar de la existencia de un marco jurídico internacional
y nacional que tiende a proteger los derechos humanos de las mujeres,
las violencias que padecen siguen siendo uno de los obstáculos
principales para lograr la igualdad efectiva entre mujeres y hombres y
conseguir una sociedad justa y democrática.