Durante la Sexta Cumbre de las Américas (abril de 2012, Cartagena), los líderes de varios países de las Américas emitieron un mandato para que la Organización de los Estados Americanos (OEA) analizara las políticas actuales en materia de drogas y explorara nuevos enfoques, con miras a desarrollar alternativas viables que regularicen efectivamente la producción, comercio y consumo de drogas de sustancias ilícitas y que al mismo tiempo alivien la violencia y el daño relacionados con los enfoques actuales con respecto a este problema.