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Taller de intercambio de experiencias de Colombia con mujeres ucranianas

En La Haya (Países Bajos), se llevó a cabo un taller de intercambio de experiencias de Colombia con mujeres ucranianas en una visita organizada por la Ukrainian Women’s Foundation, entre el 28 y 31 de mayo pasado.

Por intermedio de Fokus, Luz Piedad Caicedo, codirectora de Humanas, y Laura Beltrán, integrante de Colombia Diversa, fueron invitadas para que compartieran las experiencias y buenas prácticas de Colombia para garantizar verdad, justicia y reparación para las mujeres víctimas de este tipo de violencia. El objetivo fue aportar aprendizajes a las mujeres ucranianas de diversas organizaciones no gubernamentales, así como de instancias jurídicas de Ucrania, que documentan la violencia sexual cometida por soldados rusos en el marco de la guerra.

En su exposición, Luz Piedad Caicedo manifestó la importancia de tener presente la definición contemplada por el código penal de la corte donde se va a juzgar la violencia sexual debido a que: 1) no se pueden juzgar conductas que no hayan sido tipificadas previamente como crímenes y 2) porque solo podrá obtenerse un veredicto favorable para la víctima si se cuenta con información sobre cada uno de los elementos que están contemplados en el código que tipifica la conducta. Esta recomendación parte del hecho de que, si bien puede ser intuitivo lo que significa violencia sexual, no hay una sola definición y no hay un listado taxativo que contenga todas las conductas que pueden clasificarse como violencia sexual. Lo mismo ocurre con la violación sexual que, de hecho ha sido definida de formas distintas.

Luz Piedad compartió la propuesta de documentación de Humanas que se basa en los siguientes presupuestos:

  • La violencia sexual es un ejercicio de dominación y una forma mediante la cual los perpetradores demuestran su supremacía sobre la persona a quien violentan que, en general es una mujer. 
  • La violencia sexual (es decir el ejercicio de dominación), en un contexto de confrontación armada, redunda en favor de la guerra y de los actores armados que la cometen.
  • La violencia sexual le permite al grupo mantener o mejorar su posición militar, política y/o económica con respecto a la posición de los otros grupos armados, de las autoridades civiles o de las organizaciones sociales.
  • La violencia sexual cometida en el marco del conflicto armado también es utilizada para alentar o premiar a los actores armados y reforzar el espíritu de cuerpo.
  • La violencia sexual también la sufren las mujeres que están en armas porque son violadas o víctimas de acoso sexual y porque se regula su sexualidad y reproducción según la conveniencia de los hombres del grupo.
  • La lógica del conflicto es ganarle al enemigo avanzando posiciones, ganando territorios y controlando a la población.

Desde esta perspectiva, Humanas ha propuesto que la documentación e investigación de cada hecho de violencia sexual se enmarque un contexto e identifique la finalidad que buscaba el actor armado al cometerla. Los contextos bajo los que hemos encontrado útil enmarcar las violencias sexuales son: 1) ataque, 2) control territorial, 3) privación de la libertad y 4) violencias intrafilas. Y las finalidades que hemos identificado son: 1) dominar; 2) regular, 3) callar, 4) obtener información, 5) castigar, 6) corregir, 7) despojar, 8) desplazar para controlar el territorio 9) exterminar, 8) recompensar, 9) cohesionar, 10) reforzar jerarquías.

Asimismo, Luz Piedad compartió los distintos tipos de impacto que ha identificado Humanas en el ejercicio de documentación y acompañamiento a víctimas de violencia sexual y que ha clasificado en tres esferas que se interrelacionan y afectan entre sí: 1) la física; 2) la psicosocial, emocional y sexual; y 3) la vida social y familiar.

Por último, mencionó algunos de los retos que pueden enfrentar las mujeres ucranianas para obtener verdad, justicia y reparación y las estrategias que ayudarían a enfrentarlos. Entre otros, mencionó la dificultad para identificar a los autores materiales de las violaciones puesto que son contados los casos en los que las mujeres ucranianas han sabido cómo se llama su agresor. Sin embargo, en la guerra, los comandantes son los responsables de las conductas que cometen sus subalternos y son los responsables de la disciplina y de que las acciones de los soldados se ajusten al Derecho Internacional Humanitario (DIH). Desde esta perspectiva, estos comandantes deberán responder por las violencias sexuales cometidas por los soldados bajo su mando. El foco entonces estará en demostrar que estas acciones fueron ordenadas, alentadas o permitidas por los comandantes o que los comandantes no ejercieron el control suficiente sobre la tropa para evitar que se cometieran dichos actos.

Al terminar, planteó la importancia de no perder de vista que la obligada convivencia de la población ucraniana con el invasor genera dinámicas en las que las mujeres estarán más expuesta a acusaciones de colaboración por el simple hecho de verse obligadas a hablar con los soldados, encontrarse con ellos en el camino o porque ellos entrarán a sus casas y las forzaran a un vínculo.  Los riesgos a ser señaladas de entregarse sexualmente a cambio de favores, como les ocurrió a dos mujeres del distrito de Bovary, son permanentes y será de vital importancia brindarles seguridad y respaldo.

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