Cuanta más presencia de bota militar, más riesgo para las mujeres

– 2013-11-08

El gobierno Santos no tira la toalla tras la decisión de la Corte Constitucional de declarar inexequible, por un error de forma, la polémica reforma del Fuero Militar. Consciente del cercano fin de la actual legislatura, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, radicó en el Senado, con carácter de urgencia, un proyecto de ley que busca dar garantías y seguridad jurídica a los uniformados. Bautizado como “Sistema de Defensa Técnica”, el proyecto contempla la creación de un fondo económico para financiar la defensa de miembros de la fuerza pública investigados por actos propios de su servicio.

Ángela María Robledo, representante a la Cámara y copresidenta de la Comisión de Paz, forma parte del equipo que presentó la demanda contra la reforma del Fuero Militar. En primera persona, nos plantea algunas de las claves de un proyecto cuestionado dentro y fuera del país.

“Lo primero que hay que decir es que el fuero no se cae, está contemplado en tres artículos de la Constitución. El Fuero Militar continúa. Lo que cae es la ampliación del Fuero Militar que, en el Congreso, se movió por dos vías: una modificación en especial al artículo 221 de la Constitución ampliando la condición del fuero y creando algunas figuras que garantizaban la ampliación de ese fuero y, en segundo lugar, la ley estatutaria- matiza Robledo-. Nosotros demandamos el acto legislativo y lo demandamos interponiendo dos demandas. La primera con ocho vicios de forma y la segunda con una ponencia estableciendo que lo que había ocurrido con la ampliación del fuero era inconstitucional, es decir, que el Congreso había sobrepasado la voluntad del constituyente primario y que había sustituido el espíritu de la Constitución. Se ha hablado fundamentalmente de un vicio que es la simultaneidad de las sesiones pero hay que esperar el concepto completo de la Corte porque son ocho los vicios que nosotros argumentamos”.

Riesgos que entraña la reforma del Fuero Militar

“El riesgo es que se creaban figuras que, en primera instancia, establecían una prioridad de los investigadores de justicia militar sobre la condición y determinación de si esa conducta de un integrante o un grupo de las fuerzas militares debía ser juzgada por los tribunales militares, como lo establece el fuero militar, o ir a la justicia ordinaria ¿Qué era lo que pasaba? Al ampliar el fuero, ellos incorporaron algunas conductas que son propias del derecho internacional humanitario, lo volvieron parte de la ampliación del fuero y parte de las conductas que podían investigar los tribunales militares”.

¿Cuál es el problema del tribunal militar?

“Que muchas veces quienes están juzgando son abogados militares y están juzgando a personas que han tenido un mando superior sobre ellos. Entonces ahí ya se quiebra la posibilidad de una mayor garantía de imparcialidad en el tema”.

La reforma del Fuero y la violencia sexual

“En el proyecto que Iván Cepeda y yo estamos tramitando y proponiendo, que ya tiene dos debates y que esperamos que sea discutido en comisión primera de Senado, estamos mostrando que la violencia sexual, en especial en territorios de guerra, si se hace una investigación de contexto puede establecerse que es un crimen de lesa humanidad. Es decir, que es una práctica sistemática o generalizada por parte de los diferentes actores. Con esta ampliación del Fuero Militar había una enorme duda en el tema de la violencia sexual contra las mujeres y con las desapariciones forzadas, los mal llamados falsos positivos. Eso había quedado en una zona gris que generaba un enorme riesgo de vulneración de derechos para los integrantes de la sociedad civil”.

La reforma ha caído por un problema de forma, no de fondo

“El derecho a un trámite legal es tan importante como un problema de fondo. El debido proceso para un proyecto de ley es una garantía fundamental para todos los colombianos y colombianas. No hay que olvidarse de que fue por un vicio de procedimiento que se cayó la segunda reelección de Álvaro Uribe. Eso no es menor. Lo que creo que sí es importante es que se reabra de nuevo el debate, que se toque el problema de fondo. Pero creo que uno no puede subestimarlo. Yo no soy abogada, pero como ciudadana yo sí me siento tranquila de saber que hay una Corte Constitucional que en un asunto, que no es menor porque se estaba tocando la Constitución, haya sido tan exigente en el tema de procedimiento. Para quienes somos de la oposición o pertenecemos a partidos independientes, como es mi caso, a veces resulta tan difícil que te den la palabra, que te reconozcan una constancia o que te abran la posibilidad de la deliberación… Y el hecho de que esto se haya dado, que el presidente de la Corte Constitucional haya dicho que es la simultaneidad pero, lo que uno infiere ahí, es que no hubo un espacio debido y amplio para la deliberación. Eso no puede ocurrir con ningún proyecto, menos con un acto legislativo que cambia la Constitución”.

¿Por qué el gobierno defiende a capa y espada esta reforma?

“Algunos han dicho que era parte de la cuota de negociación del proceso de paz con las Farc, que era una especie de mecanismo de presión. Tenemos uno de los Ejércitos más grandes del mundo y la asociación de los exmilitares, ACORE, que funge casi como un ministerio de Defensa, es un escenario muy poderoso y han jugado un papel muy importante en estos 30 años de esfuerzos por la paz, donde muchas veces se han atravesado. Muchos de ellos fueron formados en prácticas de seguridad en esas famosas escuelas norteamericanas. Allá hay unos guerreros muy grandes y unos personajes presionando al mismo presidente Santos, creo yo. Pero también sabemos, y yo lo he conocido en mis salidas a las mesas regionales por la paz, que hay muchos generales que quieren que esta guerra termine. Entonces, decir que esto era como una cuota para facilitar el proceso en La Habana, a mí no me parece lícito. Para nosotros, quienes demandamos, era un riesgo muy grande para los derechos humanos. Creo que, de todas maneras, también tiene que ver con que este país, por tener uno de los Ejércitos más grandes del mundo en términos proporcionales, se ha militarizado mucho la vida. Las personas consideran que militarizar la vida es devolverles la seguridad. Pero, como denunciaron las mujeres de Tumaco en la Cumbre Nacional de Mujeres: cuanta más presencia de bota militar, más riesgo para las mujeres. Es una tarea muy difícil. Tiene que ver también con un esfuerzo que es “desuribizar” este país, no por Uribe solamente, sino también por lo que Uribe ha significado. Yo me sueño un país sin Ejército, pero por ahora lo tenemos que tener y esta señal es importante. Ahora en el Marco Jurídico para la Paz está esa posibilidad de que algunos de los integrantes de las Fuerzas Militares vayan a ser sujetos de la justicia transicional. Seguramente vamos a volver a ver revivir algunos de los artículos de esta impresión del fuero en la ley estatutaria del Marco Jurídico para la Paz”.

Reacción de los militares a la decisión de la Corte Constitucional

“Ellos no pueden ser deliberantes. Lo que uno oye es que obedecen, pues su primer jefe es Santos. Me parece bien que Santos haya dicho que no está de acuerdo, que le duele, pero lo acata. En eso sí hay una pequeña diferencia entre Santos y Uribe. Creo que no hay que devolverse volver esto como una hecatombe. Muchas encuestas muestran que si hay una institución en la que la gente cree por todas las razones, buenas y malas, es en el Ejército colombiano. El que haya pasado este proceso también es una señal de que hay preocupación, de que hay que buscar mecanismos de estabilidad jurídica para ellos y también para cualquier ciudadano o ciudadana colombiana. Es muy importante que los militares que vayan a la justicia ordinaria sean juzgados en derecho, pero también cualquier ciudadano o ciudadana. Hay que buscar estabilidad, pero para eso no había que ampliar el Fuero Militar. En un país en guerra, en un país en el que de cada diez muertos ocho son de la sociedad civil, en un país que está cerca de tener 5,7 millones de víctimas de todas las fuerzas regulares e irregulares, ampliar el Fuero Militar es un enorme riesgo”.