«Un país que está en un proceso de paz debe enviar un mensaje a la sociedad en el que la violencia contra las mujeres y las niñas no sea tolerable, ni en tiempos de paz ni en tiempos de guerra”. Campaña Sí, Sucedió en Colombia.
En el marco del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Corporación Humanas realizó el cierre de la campaña Sí, Sucedió en Colombia, que de agosto a noviembre de este año, buscó visibilizar la violencia sexual cometida por todos los actores armados como un crimen que no puede quedar en la impunidad.
El evento de cierre contó con la participación especial de Laars Vagen, embajador de Noruega; Belén Sanz, Representante de ONU Mujeres en Colombia; Cecilia Barraza, Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer (e); Fernando Rey, coordinador adjunto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID); y representantes de FOKUS en Colombia.
Durante la entrega de los resultados de la campaña, Adriana Benjumea Rúa, directora de la Corporación Humanas, resaltó que un país que está en proceso de construcción de la paz, debe ser capaz de nombrar la violencia sexual cometida por todos los actores armados contra las mujeres. Destacó que hablar de este delito durante las conversaciones de paz, no debilita el proceso sino, por el contrario, lo fortalece. “El impacto diferenciado del conflicto armado en el cuerpo de las mujeres no puede ser silenciado, las víctimas de violencia sexual no pueden seguir callando ese delito ni sentir culpa por el mismo. Es por esto que creemos que es fundamental poner el tema sobre la Mesa, abordarlo con generosidad, con verdad, justicia y reparación”, afirmó.
Por su parte, el Embajador de Noruega felicitó la iniciativa de Humanas y destacó que visibilizar la violencia sexual debe ser una lucha permanente, una lucha para la liberación de la mujer en la sociedad.
Durante su intervención, la Consejera para la Equidad de la Mujer (e), saludó también la iniciativa, resaltando que el gobierno nacional y particularmente la Consejería, están comprometidos con el tema de la paz. “Ustedes saben que hemos logrado crear la sub comisión de género, que es un espacio vital y trascendental. Hoy, cuando el proceso de paz parece tan complicado, el apoyo que la sociedad civil puede dar a este proceso es fundamental”, dijo.
Durante la jornada, la directora de Humanas resaltó también que la campaña fue diseñada pensando en los niños, niñas y en la gente joven, actores fundamentales que recibirán un país en donde la construcción de la paz, es una apuesta central: “Esto nos hizo pensar el cierre de esta manera, invitando al grupo de punk Polikarpa y sus Viciosas para el acto central y para decir, no podemos pactar la paz sobre el cuerpo y sobre la sexualidad de las mujeres”.
El concierto incentivó a que hombres y mujeres jóvenes, seguidores de este género musical en Bogotá, asistieran a este espacio y escucharan el mensaje de la campaña. Muchos de ellos y ellas reconocieron la importancia de esta iniciativa y la necesidad de continuar visibilizando la violencia sexual en el marco del conflicto armado.
Entre los resultados que se entregaron de la Campaña, están las 1567 firmas que logró la petición en la plataforma change, las más de 200 fotografías que enviaron personas de diferentes partes del mundo, los mensajes de respaldo elaborados por organizaciones y personas desde diferentes geografías, y las piezas y el blog en el que durante 4 meses se visibilizó la violencia sexual en el marco del conflicto armado como un crimen que sucede en Colombia. Los resultados de la campaña además de haber sido entregados a ONU Mujeres, la Embajada de Noruega, AECID y la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, serán enviados a La Habana.
En medio del punk, de las intervenciones, del pogo, de los gritos de “Libertad” (una de las canciones del grupo), y de las exigencias al Gobierno colombiano y a las FARC, la Corporación Humanas cerró la noche diciendo “Nuestra apuesta política por la paz de Colombia sigue vigente. Una paz duradera y sostenible que no intercambie impunidades, una paz que responda a una sociedad distinta que se construye bajo la eliminación del sistema patriarcal, una paz que aporta a nuevas formas de vivir en las que se rechaza toda forma de control, de violencia y de dominio”.